viernes, 31 de agosto de 2007

Cambios

Tenía que hacerlo. Ya era hora de dar el gran paso. Su hermana estaría ahí para apoyarla. Los niños ya eran grandes: A Pablo, metido en la adolescencia, le resultaría más fácil asimilarlo, y Sara, con sus doce años, ya la entendería como mujer. Quedaba el problema con su madre. Tendría que escucharla una vez más: “¿Cómo vas a hacer eso? ¿Es que no piensas en el desconcierto de tus hijos? Los niños sufrirán, no lo dudes. ¿Y tu marido?, él ya está hecho a ello, ¿a qué correr ese riesgo a estas alturas de tu vida?”. Pensó en Martín, zapeando indiferente ante el televisor noche tras noche. No le prestaba atención hacía ya mucho tiempo: la miraba como se mira un armario de la casa. Había llegado el momento y hoy sería el gran día.
Se quitó el delantal, barrió las migas del desayuno y se fue hacia el baño. Se metió en la ducha, se lavó concienzuda la cabeza y ya frente al espejo por fin lo hizo: se cambió de lado la raya del pelo. Luego salió a la calle, sacudió la melena y con paso firme se enfrentó al mundo.

No hay comentarios:

ADVERTENCIA LEGAL

Todos los contenidos que aparecen, o puedan aparecer expuestos en este blog, pertenecen a Dña. Celsa Muñiz Diez y están registrados. Por ello están protegidos por el Real Decreto Legislativo 1/1996 de 12 de abril (Ley de Propiedad Intelectual).

No se permite la reproducción, total o parcial, en ningún soporte y para ningún fin, de ninguno de dichos contenidos salvo autorización expresa de la autora. En caso de autorización se citará siempre la autoría y la fuente original, creando, si fuese posible, un vínculo a esta página.