viernes, 31 de agosto de 2007

3006 después de Cristo

Pues sí, Pepi, lo que yo te digo, que esta ciudad está hecha una mierda. Hoy me encontré un abuelo en la basura, al lado del contenedor. Seguramente que no cabía dentro y lo dejaron al lado para que los basureros lo recogieran. La verdad es que no sé cómo la gente deja los trastos grandes en los contenedores de la basura menuda. Para eso están los servicios de recogida especiales, pero claro, la gente es tan comodona… Porque vamos a ver, ¿qué cuesta informarse del día y la hora en que toca recoger por nuestro barrio? Nada. Una simple llamada y ya está. Pero no, aquí cada uno va a lo suyo sin darse cuenta de que esas basuras estorban a los viandantes y sobre todo ensucian y afean la ciudad. Eso sin contar con el mal olor que pueden llegar a desprender algunos. Porque claro, cuando deciden deshacerse de ese tipo de trastos, dejan de cuidarlos. Y eso lo entiendo, ¿para qué gastar tiempo si total ya no sirven para nada? Normal. Pero sigo pensando que no cuesta tanto sacarlos a la basura cuando toque en cada barrio, en su día y a su hora. Seamos civilizados, leñe, que a nadie nos gusta tropezarse con la basura del vecino cuando salimos a la calle.
Pero hay gente para todo, porque a la media hora miré por la ventana y vi como un indigente se llevaba al viejo. Y es que es lo que yo digo, esa gente debe tener la casa echa una mierda. Se llevan cualquier trasto a su hogar. Porque vamos a ver, si no tienen dinero, ¿por qué caramba meten otra boca en casa? Pero claro, la culpa no es de ellos, si no los educaron bien, ni les enseñaron jamás a controlar sus emociones… Así les luce, que van por la vida asilvestrados, encariñándose con cualquiera al que ven haciendo pucheros. Y es que es lo que yo digo, caramba, que no se puede estar viviendo como en la prehistoria.

No hay comentarios:

ADVERTENCIA LEGAL

Todos los contenidos que aparecen, o puedan aparecer expuestos en este blog, pertenecen a Dña. Celsa Muñiz Diez y están registrados. Por ello están protegidos por el Real Decreto Legislativo 1/1996 de 12 de abril (Ley de Propiedad Intelectual).

No se permite la reproducción, total o parcial, en ningún soporte y para ningún fin, de ninguno de dichos contenidos salvo autorización expresa de la autora. En caso de autorización se citará siempre la autoría y la fuente original, creando, si fuese posible, un vínculo a esta página.