lunes, 8 de diciembre de 2008

No sé por qué te quiero


Ella está en la cocina preparando el almuerzo. Cebolla, ajo, vino blanco, perejil, sí, mucho perejil. Y azafrán, sí, le pondré azafrán también. Trocea verduras mientras canturrea. Hace calor a pesar de estar en diciembre. Por la ventana abierta se cuela el sonido atronador de los altavoces de un coche que lleva las ventanillas abiertas y está parado en el semáforo. Soy libre, libre, libre… ¡Por fin! Y ahora bailotea por la cocina con el cuchillo en alto, al compás de los acordes que le llegan como viento fresco. ¡Ya no te quiero! Ya no me importas, imbécil, ¡ja, ja, ja! No mereces mi cariño. No tienes clase. Ahora tengo yo el mando. Puedo acallar tu recuerdo con un gesto tan simple como darle al botón de la radio: clic, lic, clic. Y hace el gesto en el aire, una y otra vez mientras da vueltas y vueltas.

De pronto cambian los acordes y deja de bailar. Una voz suave se ha metido entre el fogón y las sartenes: “… no sé por qué te quiero…” Se le cae el cuchillo. Debería cerrar la ventana, sí, tengo que cerrarla ya. Pero no la cierra. Se le ha vuelto a colocar ese nudo en mitad del pecho. Ana Belén y Antonio Banderas cantan a dúo: “… te busco en todos y no te encuentro…” ¿Por cuál recodo se coló esa imagen?: unos ojos brillantes y chiquitos que la contemplan desde arriba, unos labios húmedos, el sabor a menta y a sal en su boca. Se apoya en la pared y cierra los ojos. El frío de los azulejos la traspasa como una lanza. Sigue la música: “… si no me hicieran falta tus besos…” Y sigue el recuerdo: la fuerza de unas manos aprisionando sus caderas, los jadeos bajo su peso. Su olor… Un tequiero, dos, tres… Y la música se aleja: “… me miento tanto que me lo creo…”
¡Maldita cebolla!, dice limpiándose las lágrimas.


Editado en el libro "Caleidoscopio" (2014)

15 comentarios:

Araceli Esteves dijo...

No hay que confundir los síntomas, la ausencia de fiebre no significa que uno esté curado, en cualquier momento el virus se activa ya rebrota la fiebre..
Un abrazo

Arcángel Mirón dijo...

El duelo siempre lleva más tiempo del que parece.

Tuti dijo...

Cómo me gustaban estos relatos tuyos, sinu

bank

Anónimo dijo...

Pasado-que-me-espera (espera que coja aire), Arcangel, guapetonas, me alegra mucho encontraros por aquí.
Un abrazo a las dos.

Banki-Tuti, ¿cómo que te gustaban?, ¿ahora ya no? (Grrr..)
;)Besin

Raúl dijo...

El poder evocador de la música, va a hacer que se le queme la comida.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Seguramente, Raul, creo que el olor a quemado es lo que la volvió a la realidad. Fijo.
Saludos.

Hank dijo...

Si es que, con el trabajo que cuesta reflotar la vida cuando el corazón se hunde, y después de cubrir vastas soledades de mano de la muerte y conseguir aparecer al otro lado, y tras armar todo el andamiaje para que el cuerpo y el alma no se desmembren, entonces un pequeño detalle, un recuerdo, insignificante, tonto, se cuela por una rendija y se hace enorme y destartala todo el armazón montado, y el dolor taladra de nuevo más vivo que nunca y no queda otra que patear el suelo y buscar una excusa para las lágrimas porque si no, allá vamos de nuevo al pozo.
¡Malditas cebollas¡

Nota insignificante: ¡Maldita cebolla!, maldice limpiándose las lágrimas , me suena un poco redundante.

Anónimo dijo...

Pues llevas razón, HANK, es redundante. Ya mismo lo corrijo. Muchas gracias, maestro.
:)

Miguel Baquero dijo...

Muy buena imagen. Un fogonazo de literatura,como el que sale de debajo de las sartenes antes de ue bajemos el fuego

Tuti dijo...

me siguen gustando, pero antes no tenía donde leerlos, morena.

Anónimo dijo...

sinu, tienes mp en el cafe

bank

pepa mas gisbert dijo...

Moraleja: nunca encender la radio. Siempre hay una canción, una letra, un algo cualquiera que nos recuerda aquello que ¿queremos? olvidar.

Saludos

Como me sabe mal no hacerte el regalo, aquí te lo dejo:
pluscuamperfecto de futuro

Anónimo dijo...

ALMA, precioso, precioso el poema. Y tu voz... uff, tu voz lo ensalza mucho más. Cuando terminó se me escapó un aplauso solitario, pero muy, muy sentido.
Tienes unan voz preciosa, y recitas que es una maravilla.
Si algún día aprendiera por fin a construir un poema me gustaría que me lo leyeras tú.
Hoy, cuando entré por primera vez en tu blog me limité únicamente a leer. Ahora volveré con los ojos cerrados, simplemente para escucharte.
Gracias.
Te has ganado un beso.

Alas dijo...

Así es el amor... aunque no sea AMOR.

Saludos alados

Celsa Muñiz dijo...

ALAS AL VIENTO, muchas gracias por el comentario.
Bienvenido/a.

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