jueves, 5 de marzo de 2009

El otro lado

Amanece y por debajo de la puerta principal se acaba de colar la hormiga. Sus patas, perfectamente sincronizadas, atraviesan el pasillo sin detenerse hasta llegar al salón. Granos de luz amarillenta se cuelan por las persianas bajadas hasta el fondo. De vez en cuando se para y olfatea. El televisor encendido parpadea frente a una mujer inmóvil que está tumbada en el sofá. Sus manos abrazan la fotografía de un niño vestido de comunión. En el sillón de enfrente dormita ovillado un perro flaco.
En su marcha imparable, la hormiga tropieza con un periódico tirado en el suelo. Lo bordea hasta encontrar el pliegue que le permite trepar a él. Conquistada la cima, corretea sobre el crujiente terreno y de vez en cuando se detiene a husmear. Su cuerpo negro se confunde con las letras de un titular: “Apresado el asesino de Silvia Ruiz”. Merodea por el papel sin distinguir la imagen del joven esposado que aparece bajo el letrero. Desanda el camino y ahora su radar interior la lleva hacia la cocina.
Vuelve al rato con la pesada carga de una miga de pan. Pasa de nuevo frente a la mujer que sigue inmóvil. Se para a descansar un rato, ajena al perro que ahora lame la frente yerta de su ama. Al reanudar la marcha tiene que desviar su trayectoria para sortear el charco de sangre que mana de las muñecas femeninas.
Cuando está a punto de alcanzar el pasillo, suena el timbre. El perro la sobrepasa veloz, dando grandes ladridos, apoya sus patas delanteras sobre la puerta y comienza a aullar. Siguen los timbrazos insistentes, pero la hormiga va a lo suyo, sin desviarse de la ruta que la devolverá al hormiguero.
Sorda para los gritos de “¡asesino!”, esquiva habilidosa las decenas de pies que se van agolpando frente a la casa.

Editado en el libro "Caleidoscopio" (2014)


31 comentarios:

A.L.Zarapico dijo...

Por una de aquellas agraciadas casualidades pasé por tu blog,así que permiteme que te siga.
Por cierto fantastico el relato.

Juanjo Montoliu dijo...

Un relato de lo más actual... Me pregunto si somos realmente pequeñas hormigas, ajenas a lo que de verdad pasa.

Arcángel Mirón dijo...

Fabuloso, Sinuosa. Fabuloso.

Miguel Baquero dijo...

Es buenísimo, sí señora. Original, muy bien contado,con un ritmo creciente... Chapó

Anónimo dijo...

Me parece que así, como la hormiga,
somos todos, sólo a lo nuestro,
a lo nuestro, no importa que se
nos desplome el mundo encima...
Que relato tan genial, que soltura
para narrar! Me gustó muchísimo.
BB.

bichox dijo...

Me gustan todos los relatos, he descubierto esta blog por casualidad y te digo que si, no te dedicas de forma profesional a escribir, lo hagas desde YA.
Un saludo cordial y si te animas a dejar algo en mi blog seria todo un honor.
http://granja-clandestina.blogspot.com/

Hank dijo...

Qué bien conseguido este texto. El ritmo imparable lleva al lector prendido de las patas de la hormiga: creo que el secreto está en las frases cortas.

Una pieza de relojería, sí señor, bien escrito, conciso y preciso, con toda la información necesaria, pero sin frases espúreas ni de relleno.

Muy bueno, nena. Déjame que te arree un enorme abrazo.

Araceli Esteves dijo...

Me ha encantado tu relato. No le sobra ni le falta nada.Yo también escribí en su día un micro sobre una hormiga´. Intentar imaginar cómo vería el mundo una hormiga me parece muy entretenido y a ti te ha salido muy bien.
Enhorabuena por el relato.

Anónimo dijo...

Hacía algún tiempo que tenía pendiente esta visita, imaginando que me iba a gustar lo que viera aquí. Pero no sabía que sería tanto, así que, con tu permiso, vendré a menudo.
Me encanta como, a través de la hormiga, nos enlazas la noticia, la foto, el charco y los gritos, como las cuentas de un collar. Una narración certera y cabal, sin adornos supérfluos, una maravilla.
Gracias.

Manu Espada dijo...

Muy bueno, tienes una forma de contar muy original, El punto de vista de la hormiga te permite contar la historia en modo cámara, sin sentimientos, lo que le da todavía más fuerza a la historia. En cantado de pasarme por tu blog. Me quedaré un rato.

WaterLula Von Hooligan dijo...

Me ha recordado un poco a Cortázar. Con unos buenos juegos de cámara, se podría incluso convertir en un cortometraje ;)

Bessos,

4ETNIS

Javier Puche dijo...

Me quito el sombrero. E incluso el cráneo. Todo un acierto convertir en protagonista a la hormiga. Una historia intensa y original. Te felicito, Sinuosa.

Anónimo dijo...

HYDRO, me gusta eso de las casualidades agraciadas. Suena a décimo de lotería navideña, jejeje. Muchas gracias por tu visita.
Bienvenido/a a mis letras.

JUANJO, lo más triste de todo, es que este relato es que el tema no es actual. Desgraciadamente no se pasará de moda. Yo también creo que somos hormigas que van a lo suyo. Pero mucho más ruidosas.
Gracias por tu amable visita.

ARCANGEL, ese “fabuloso”, me ha inflado tanto el ego que voy a tener que usar una talla mayor.
Un beso.

BB, estamos de acuerdo, como siempre. Somos como hormigas: siempre a lo nuestro. Me alegro muchísimo de que disfrutaras del relato.
Mil gracias por dejar tu huella.
Un beso.

MIGUEL BAQUERO, me alegro un montonazo que te haya gustado tanto. En cuanto a mi soltura al narrar...¿Te cuento un secreto? Nunca un relato tan corto me obligó tanto a frenar mi “natural soltura” y eliminar mucha “paja”.
Para soltura natural, la tuya. ¡Fiuuu!
;)

BICHOX, caray, si todo el mundo pensara como tú sobre lo que escribo vaya fiesta, jajaja. Te agradezco el inmerecido entusiasmo.
Muchas gracias y bienvenido.

HANK, tu comentario es un lujo para mis oídos (es que éste lo leí en voz alta para regocijarme más). No sé si el secreto está en las frases cortas. No fue algo consciente, me salieron sin más. De todos modos me suelen gustar mucho. Sobre las frases de relleno que comentas, te digo lo mismo que a Miguel Baquero más arriba, tuve que coger la tijeras unas cuantas veces.
Y sobre arrearme un abrazo: vale, arréamelo, pero suavecito, ¿ein?, no vayan a descolocárseme los huesinos.

ARACELI, mil gracias por la propaganda que haces de este relato en tu blog. Eres un angelin. Y claro que recuerdo tu relato de la hormiga. De echo, este mío empezó siendo más simplón, fue el recuerdo de tu hormiga lo que me dio la idea. Así pues, te debo un 50% del éxito.
Mil gracias.
Un besin, guapetona.

QWERTY, ¡qué alegría verte aquí! Me sienta bien que hayas disfrutado con la visita “pendiente”, jejej. Ven todo lo a menudo que quieras. Será todo un placer contar con la opinión de un Escritor de tu talla.
Un abrazo.

MANUESPADA, quédate todo el rato que quieras, estas en tu casa. Siento no tener bebidas en la nevera y algo para picar, jejeje.
Muchas gracias y bienvenido.

LULA, mi niña mala, recordarme a Cortazar es ya la bomba. Y lo del cortometraje me encanta. A ver si alguien me “ficha”. Búscame representante que vamos a medias.
Me alegro mucho de verte por aquí.
Bassin

HERMAN, ¡por dios santo!, no te quites nada, no vayamos a perder esa fuente inagotable de talento que tienes chorreando en ese cráneo. Que a alguien de tu valía le parezca bueno mi relato, me llena de orgullo.
Mil gracias.

Carlos Frontera dijo...

Hay un relato de Cortázar que también está protagonizado por una hormiga. No tiene nada que ver con el tuyo, pero lo recordé por la coincidencia en los protagonistas.

Dicen que, a estas alturas de la humanidad, ya todas las historias han sido inventadas, que ya no quedan temas y la única posibilidad de originalidad es la perspectiva, el enfoque. Desde este punto de vista, aplaudo la perspectiva que has escogido para contar la historia (la perspectiva de la hormiga), una elección de lo más acertada. Si a eso le unimos la sabia y justa elección de las palabras, no nos queda otra que admitir: ¡pero qué buen micro!

Anónimo dijo...

VIAJERO, he leído poco a Cortazar. No sé qué hacer... Casi es mejor no conocer más, así me lanzo a escribir con la alegría del ignorante, jejeje
No sabes la alegría mañanera que me has regalado con tu comentario.
Feliz mañana.

Raúl dijo...

Hubiera jurado que ya te había dejado un comentario en esta entrada. No es así, por lo que compruebo. Un despiste que no alcanza al ejercicio de haberlo leído, pues en su momento ya lo hice y, como ahora, lo disfruté.
Nuestro paso por los blogs "amigos", nos hace jugar a críticos, y sin más legitimidad que la que nos da la afición a la lectura y nuestros propios pinitos en esto de creernos escritores, nos hace hablar de cosas como "el ritmo", "la estructura", "la perspectiva",... Qué le vamos a hacer.
Me gustó el relato. Como dice el Viajero y algún que otro comentarista, considero que el mayor acierto, está en convertir a la hormiga en personaje central del relato, en instrumento adecuado que nos ayude a descubrir la esencia del cuento.

Pd.- Gracias por tus palabras.

Anónimo dijo...

RAUL, gracias por pasar. Ahora ya puedo dormir tranquila, jejeje (sonrío).
¿Y por qué no íbamos a jugar a críticos, si cada día nos peleamos por buscar la palabra justa, la expresión precisa? Nadie mejor que nosotros valora en el otro esos hallazgos que a veces tanto se nos resisten. Y por eso, a veces, nos “legitimamos” cuando descubrimos algo que nos sobresalta.

Yo no me creo escritora, sólo tengo que leer a gente como tú para darme cuenta de que estoy muy lejos de ese sueño. Pero tú sí que puedes, porque ya lo eres: Escritor de verdad.
Por eso te sigo.

De nuevo, gracias por dejar tu huella.
Feliz domingo.

Anónimo dijo...

Las hormigas me traen al recuerdo a infinidad de individuos que nunca quisieron ver lo que la cruel realidad, no cesa, perennemente, de mostrarles.
Prefiero ser cigarra, en esos casos...
Gracias por tu visita y por tus comentarios. Regresaré, pues siempre he vuelto tras lo andado, esperando que regreses tù también. A mî, me mereciô la pena, con lo cual...
E
P.S. Cigarra rebelde, que espera ver despertar a hormigas trabajadoras y sumisas!

Anónimo dijo...

Muchas gracias, cigarrita. Esperemos seguir mereciéndonos la penas. Ambas dos, jejeje

pepa mas gisbert dijo...

A veces actuamos como esa hormiga de tu relato, no vemos ni oimos nada más que lo que nos interesa y conviene. Que vemos un charco de sangre, lo orillamos; que oimos gritos de una mujer asustada, apagamos el volumen. A veces.

Estupendo relato

Como dice Raúl, hubiera jurado que te había dejado un comentario en esta entrada hace ya días. Mi memoria que no es mas grande que la de una hormiga.

Sinuosa dijo...

ALMA, muchas gracias por pasar.
A mi también me ocurre muchas veces, que leo desde cualquier ordenador y pospongo el comentario por falta de tiempo y al final no recuerdo si comenté lo que pensaba ó sólo lo pensé.

Si fuera andaluza te diría: feliz domingo miarma.
;)

El Ángel... dijo...

Hola, mi primer visita a tu blog, muy buen relato. Seguiré viniendo, gracias.

Sinuosa dijo...

EL ANGEL, muchas gracias por la visita.
Bienvenido a mis letras.
Saludos.

Blanca Miosi dijo...

Hola Sinuosa, me ha encantado el relato de la hormiga, nos hace ver todo lo que ocurre en su camino y al rededores, sin embargo, existe un hecho macabro que queda en la bruma, que va pasando a primer plano a medida que se avanza en el cuento.

Muy bien logrado, me gustó mucho.

Tienes un blog muy interesante, espero visitarte más.

Un abrazo,
Blanca

pepa mas gisbert dijo...

Hoy solo vengo a incordiar,¿para cuando nuevo relato?.

Saludos

El Ángel... dijo...

comparto con Alma, he dado varias vueltas por tu blog a la espera de encontrar un nuevo relato. Eso es bueno ¿eh? Nos tienes a la espera... Un saludo

Sinuosa dijo...

BLANCA, es todo un honor que una escritora de renombre como tú, deje su huella en mi humilde blog.
Mucha exito con la presentación de tu última novela.
Un beso.

ALMA, EL ANGEL, agradezco vuestro interés en mis letras, pero es que últimamente toy secaaaaaaaaa.
Jo.
:(

Anónimo dijo...

Mueve el trasero, y olvida andares sinuosos, y déjate de hormiguear, y
Cigarrea...
Akî t'espero, y te devuelvo comentarios sinuosos... mientras tanto.
El escorpiôn, sigue esperando que libes, como buena hormiga, disfrazada en madreselvas...

Si necesitas licores, te mando luciérnagas, pero de largo..., atràpanos al vuelo, y sé tanto y màs ... rebelde!

Te beso, y te abrazo, y te agradezco tu vuelo por mi post... y un eterno regreso a tu universo... si me dejas entreabierto, el suspirar de tus lamentos.

Besos y gracias por tan lindo paseo en mi, y en ti.
Eva

Celsa Muñiz dijo...

EVA, jajaja, la hormiguita eres tú, qué manera de trabajar...
Yo soy cigarra. Una cigarra con las alas mojadas y la cabeza hueca.
A ver si llega el buen tiempo y canto un poco.
Gracias por los ánimos, guapetona.
Un beso.

ñam dijo...

Mira lo que se encuentra uno un domingo cualquiera...

Tienes cuentos muy buenos aquí, pero este es que se sale.
Pongo tu blog en marcadores, me da en la nariz que no aún no he visto lo mejor

saludos

Daniel Pérez Penagos dijo...

Coincido con Raúl,
no es siempre facil, hacer que una criaturita tan pequeña como una hormiga, se vuelva el personaje principal, cuando hay detrás de ésta una historia mucho más compleja e inesperada que tan sólo una miga de pan. Mas sin éstos elementos, las cosas serian diferentes-

PS. no tienes que comentear por obligación. Si lo haces, Gracias, pero preferiria que escribieras algo que aporte más, las crìticas constructivas nunca han sido ilegales..

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