—Ya, ya lo sé, ya sé que ha parado —ella, en la cocina, termina de lavar las patatas y seca las manos en el delantal—, tranquilo, ahora mismo la tendemos.
Controla cada movimiento de su ama y la precede camino al tendedero. Los fatigados pasos de ella contrastan con el trotecillo ágil del chucho que va y viene de la terraza a los pies de la mujer. Fuera, el sol hace brillar el pelo cobrizo del animal que ahora, tumbado sobre las rojas baldosas, observa atento como ella va colocando pinzas.
—Los calcetines se cuelgan por la puntera, así, ¿lo ves?, para que la pinza no estropee las gomas. Las camisas por abajo, jamás por el cuello...
Minutos mas tarde suena el timbre del horno y el can se yergue de un brinco. Entra disparado en la cocina, mira dos segundos el cristal y vuelve hacia el tendedero ladrando nuevamente.
—Vale, vale…, ya lo he oído. Ahora voy, no seas pesado.
Publicado en el libro "Ex libris" (abril 2015)
Controla cada movimiento de su ama y la precede camino al tendedero. Los fatigados pasos de ella contrastan con el trotecillo ágil del chucho que va y viene de la terraza a los pies de la mujer. Fuera, el sol hace brillar el pelo cobrizo del animal que ahora, tumbado sobre las rojas baldosas, observa atento como ella va colocando pinzas.
—Los calcetines se cuelgan por la puntera, así, ¿lo ves?, para que la pinza no estropee las gomas. Las camisas por abajo, jamás por el cuello...
Minutos mas tarde suena el timbre del horno y el can se yergue de un brinco. Entra disparado en la cocina, mira dos segundos el cristal y vuelve hacia el tendedero ladrando nuevamente.
—Vale, vale…, ya lo he oído. Ahora voy, no seas pesado.
Publicado en el libro "Ex libris" (abril 2015)
6 comentarios:
Me alegra verte de nuevo activa -aquí, en el blog, y tan guapa en tu foto-. ¿Por cuánto tiempo? -aquí, en el blog-. Quién lo sabe...
Ahora intentaría explicarte el asunto de los enlaces, pero se haría demasiado largo, creo. Si me envías un mail a gam@ozu.es, a vuelta de correo tendrás una guía práctica de lo que yo he conseguido hacer -lo más básico, por otra parte-, y quizás si te mando mis enlaces a modo de ejemplo dentro del contexto de la plantilla consigamos algo.
¿Te parece?
Vale. Un abrazo muy alegre.
Aysss... Muchas gracias, eres un sol. Te mando el correo ya mismo.
Y gracias también por el piropo.
Otro abrazo feliz.
Ay, dios mío, como si conocieras a mi perro!
Un gusto, Sinuosa, vengo desde lo de Hank.
:)
El gusto ha sido mio, Gilda.
Gracias por dejar tu huella.
:)
En cambio mis tortugas, cuando se dignan mirarme, lo hacen con la intención de morderme.
Algún día me gustaría comprarme un bull-dog que les plantara cara de una vez por todas a tan desagradecidos y verdosos animalucos ;)
Pues ya ves, Lula, a mi no me gustan nada los bichos. Ninguno. Ese relato me lo inspiró Koki, el perrito de mi madre (que no es el de la foto, porque no es blanco), pero se le parece en la expresión.
Gracias por pasar.
Besso.
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